lunes, 22 de noviembre de 2010

"Queridos yihadistas..."

Estimados Amigos,


Con gran satisfacción presentamos el libro de Philippe Muray "Queridos yihadistas…"


El narrador y ensayista Philippe Muray murió el 2 de marzo de 2006 a los 56 años de edad, dejándonos algunas obras fundamentales: un controvertido ensayo sobre Céline (Seuil, Paris, 1981) en el que se negaba a separar al autor de Voyage au bout de la nuit del antiguo redactor de panfletos antisemitas; Le XIX-ème siècle à travers les âges (Denoël, Paris, 1984), escrita mientras enseñaba literatura francesa en la Universidad de Stanford; L’Empire du Bien (Les Belles Lettres, Paris, 1998); los diversos volúmenes de sus Exorcismes spirituels I-IV (Les Belles Lettres, Paris, 1997-2005); y novelas como Postérité (Grasset, Paris, 1988) y On ferme (Les Belles Lettres, Paris, 1997).


En Queridos yihadistas…, Muray se dirige, poco después del 11 de septiembre de 2001, a los autores de los atentados del Trade World Center. “Queridos yihadistas: Cabalgando en vuestros elefantes de hierro y fuego, habéis entrado con furia en nuestra tienda de porcelana. Pero es una tienda de porcelana cuyos propietarios, desde hace mucho tiempo, se propusieron hacer añicos todo lo que había allí atesorado. Es más, sobreviven sólo para eso. Vosotros los habéis perturbado. Sois los primeros demoledores que atacan a los destructores; los primeros bárbaros que la toman con los vándalos; los primeros incendiarios que compiten con los pirómanos. Esta situación es original. Pero, a diferencia de las nuestras, vuestras demoliciones se efectúan en total ilegalidad y así se atraen una repulsa casi unánime. Mientras que nosotros ponemos a punto nuestras tortuosas innovaciones entre el entusiasmo general y la felicidad más pimpante…Y venceremos. Evidentemente.
Porque nosotros somos los más muertos”.

Ficha técnica:

Titulo: Queridos yihadistas…

Autor: Philippe Muray
Traducción: Elena María Blancas

Colección: Profetas


Editorial: Nuevo Inicio S.L.

Lengua: Castellano
Encuadernación: Rústica
Medidas: 155x215
Páginas: 77
Año edición: 2010

ISBN13: 978-84-937488- 2-1

P.V.P. 15,00 Euros

Disponible en las librerías de toda España y también on-line desde www.nuevoinicio.es

En el caso que necesitasen cualquier información adicional, por favor, no duden en contactarnos.

viernes, 4 de junio de 2010

El mito de la violencia religiosa.



Estimados Amigos,


Con gran satisfacción presentamos la obra de William T. Cavanaugh El mito de la violencia religiosa. Ideología secular y raíces del conflicto moderno.


William T. Cavanaugh es un joven teólogo católico que enseña actualmente en la University of Saint Thomas, en Saint Paul, Minnesota. Hizo sus estudios de teología en la Universidad de Notre Dame, en Notre Dame, Indiana (USA); en Cambridge, Inglaterra; y en Duke, North Carolina (USA), donde ha trabajado con el teólogo metodista Stanley Hauerwas. Está casado y tiene tres hijos.

Ha publicado numerosos artículos en revistas científicas, y también contribuciones a obras colectivas, siempre en torno a la relación entre teología, política y liturgia. Además de la obra que presentamos aquí en versión española, The Myth of Religious Violence: Secular Ideology and the Roots of Modern Conflict (Oxford University Press, New York, 2009), ha escrito otras tres obras notables: Torture and Eucharist: Politics and the Body of Christ (Blackwell, Oxford, 1998); Theo-Political Imagination: Discovering the Liturgy as a Political Act in an Age of Global Consumerism (T & T Clark, Edinburgh, 2002), cuya versión española publicamos en su momento (Imaginación teo-política, Nuevo Inicio, Granada, 2006); y Being Consumed: Economics and Christian Desire (Eerdmans, Grand Rapids, Michigan, 2008).



El mito de la violencia religiosa consiste en creer que la “religión” es un fenómeno endémico de todas las culturas y épocas de la humanidad, separable de otros ámbitos de la actividad del hombre que, como la política o la economía, son calificados de “seculares”. Que es, además, particularmente proclive al absolutismo, la disgregación y la irracionalidad, y por consiguiente a la violencia. Cavanaugh demuestra en esta obra, argumentando a partir de fuentes históricas, teológicas y jurídicas, que la “religión” no es una realidad transcultural y transhistórica ni se puede separar de las demás esferas de la actividad del hombre, y que la oposición “religioso-secular” es una invención de la modernidad occidental que se ha ganado un sitio fundamental en el folclore de nuestras sociedades por su utilidad para marginar al “otro religioso” y para legitimar la violencia de los estados modernos, que siempre sería democrática, unificadora y racional. La discriminación entre lo religioso y lo político, nos muestra Cavanaugh en este libro, es un arma política de primera magnitud en manos del estado moderno.



COPE - La Tarde con Cristina.
Juan Manuel de Prada sobre "El mito de la violencia religiosa" de William T. Cavanaugh.

martes, 27 de abril de 2010

Fabrice Hadjadj, "La última bienaventuranza"

Escrito por Alfredo Ruiz
Martes, 27 de Abril de 2010 08:16

ROMA, 26 Abril 2010.- El filósofo francés de origen tunesino e hijo de padres judíos, Fabrice Hadjadj, explica en un interesante artículo que el "linchamiento mediático" que sufre el Papa Benedicto XVI no hace sino favorecerlo, pues reconoce así su importancia moral en medio del mundo, incluso para los no creyentes, y permite que los católicos puedan admirarlo cada vez más por su solidez espiritual a la cabeza de la Iglesia Católica.

En el artículo titulado "La última bienaventuranza", publicado en L'Osservatore Romano, este filósofo que en su juventud viviera en medio del anarquismo y el nihilismo, comenta que el Santo Padre es un valiente testigo de aquello que dijo Jesús en el Sermón de la Montaña: "Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos".

El ahora profesor de literatura en Toulon, Francia, tras recordar la tolerancia cero de Benedicto XVI ante los casos de abuso sexual, se refiera a su carta a los católicos de Irlanda y comenta que los católicos "pueden alegrarse por el linchamiento mediático" del que actualmente es objeto.

"Los medios más antipapistas –explica Hadjadj– se convierten sin querer en apologistas de la fe. Que sea vean obligados a deformar los hechos, a poner y falsificar información para atacar al Papa y enlodar a todo el clero, es la prueba de que en realidad no tienen mucho que desaprobarles".

"Si fuese en realidad una controversia lúcida y racional, los ataques podrían firmarse. Pero la irracionalidad de sus reacciones no juega a su favor y le da a la mente racional razones para creer en la verdad del magisterio pontificio. Después de todo, cuando el Papa habla, el no creyente no debería preocuparse".

El no creyente, prosigue el filósofo, "debería decir que la cosa solo tiene que ver con los católicos, inmersos en el oscurantismo y la rigidez. Ahora, por el contrario, lo tenemos temblando, nervioso, inquieto, como si la voz del Santo Padre lo tocase personalmente".

Con una reacción similar, continúa Fabrice Hadjadj, "un observador externo puede fácilmente deducir esto: este no creyente no lo es en realidad, entonces podría decirse que tiene el instinto del magisterio, de la paternidad espiritual del Sumo Pontífice, de su rol de testimonio universal".

Si los no creyentes, "se escandalizan especialmente por el hecho de que los abusos sean cometidos por sacerdotes es porque tienen el instinto de la dignidad especial del sacerdocio. Sus ataques son así una contribución involuntaria al Año Sacerdotal y un homenaje a la altísima vocación de pureza del sacerdote".

El profesor universitario explica luego la necesidad de recomponer la paternidad de quienes están a cargo de menores, especialmente de los sacerdotes, considerando siempre que "la verdadera justicia no puede sino ordenarse a la esperanza". Junto a esta tarea queda siempre el esfuerzo pendiente de atender espiritualmente a los pequeños que han sufrido los abusos pues sobre eso "también se nos habrá de juzgar".

Al concluir su artículo, el filósofo francés explica que la vulnerabilidad del Papado "es necesaria para mostrar que el cristianismo no se reduce a la inteligencia anónima de un sistema moral, sino que nace de un encuentro libre y dramático con una Persona. Así entonces, los ataques que Benedicto XVI está sufriendo no hacen sino conformarlo mejor a Cristo y permiten al creyente admirarlo todavía más como su inesperado Vicario".